No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
Mario Benedetti
1 comentario:
Creo que todos en algún momento de nuestras vidas nos encontramos ante situaciones adversas, que por momentos nos superan, donde constantemente nos preguntamos cosas, y nos juzgamos por otras y nos vamos quedando inmóviles al borde del camino. Muchas veces decimos hubiera hecho esto o lo otro, y muchas otras contenemos las lágrimas para no mostrar debilidad o las risas para no mostrar locura.
“Cuantas veces estamos con alguien evitando la soledad y dejamos de vivir para no pecar, tenemos rincones que nadie conoce ni conocerá.
Y cuantas veces no quedamos con un beso y un te quiero en los labios y somos indiferentes al dolor de los demás.
Entonces pretendemos salvar el alma y perdemos la vida en cada intento fallido por salvarnos, cuando la felicidad está ahí cada segundo en que tomamos la decisión de arriesgarnos”.
Gracias Carly por regalarme esta poesía, en un momento donde necesitaba ese empujón.
Buena vida gente… y no se salven!!
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